El principal factor que forza el cierre de los negocios, y que incide en 60% de las firmas, son problemas con los herederos
El 20% de las PyMES familiares sobreviven en la segunda generación y muchos empresarios fundadores no saben cómo delegar las responsabilidades a sus herederos, dijo Ignacio Moreno Delgado, coordinador del protocolo familiar y de estructuras de gobierno para la profesionalización de PyMES.
Comentó que 90% de las pymes en México tienen un origen familiar, pero 80% del total de las empresas, cuando tratan de pasar la dirección a la segunda generación, no logran el objetivo y del 20% restante, para pasar de la segunda a la tercera, sólo 3% tiene éxito.
Para llegar al objetivo, la Universidad La Salle realiza por segundo año la certificación de protocolos a empresarios, que es parte del proyecto en México del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Con estas asesorías se pretende que la sucesión se haga a través de una profesionalización, ayudándoles a establecer su gobierno corporativo, a largo plazo y transparente, pues al fundador se le capacita para, llegado el momento, sepa cuando retirarse”.
Moreno Delgado explicó que los problemas a los que se enfrentan las empresas de este tipo son no estar dentro desu mercado ideal o lidiar con cuestiones fiscales y administrativas.
“Sin embargo, el principal factor que forza el cierre de los negocios, que incide en 60%, son problemas familiares, lo cual es un índice muy alto que pocos saben como resolverlos”.
Alberto Bucardo, especialista del Fondo Multilateral de Inversiones del BID, comentó que nuestro país es clave para replicar el modelo en otros similares del continente.
“Aunque ya se realiza en Argentina, no tiene los mismos resultados que en México y confiamos en obtenerlos e incrementarlos, y podamos adaptarlo a otro tipo de sociedades, así como se tropicalizó para las PyMES familiares mexicanas”, señaló.
Entre las diferencias, destacó que aquí se tiene la ventaja de contar con un sector empresarial fuerte, innovador, que se atreve a invertir, además de estar interesado en capacitarse y contribuir al desarrollo de la economía local.
Bucardo subrayó que con estas asesorías, las empresas ya no son de una persona sino de un grupo, y eso da visión a largo plazo, lo que les permite mejorar su relación con proveedores, clientes y mercados.
Entre los casos de éxito, destaca el de Fidencio Cerrillos, con 22 años en el ramo gastronómico con el restaurante “La Posta” en Jalisco, quien aseguró que el dar la batuta a sus hijos (seis) es todo un proceso que ha rendido frutos, ya que al profesionalizar a su empresa, logra optimizar sus decisiones y acciones en todas las áreas.
Uno más es Grupo Skopéo, dirigido por Jesús Ramón, dedicado a la distribución y fabricación de material desechable de consultorio médico, que tras aceptar sus deficiencia y delimitar obligaciones, encontró un esquema organizacional adecuado para anular las posibilidades de desaparecer.