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lunes, 18 de abril de 2011

Reflexiones de Semana Santa

“La gratitud no sólo es la más grande de las virtudes, sino que engendra a todas las demás.”   Cicerón
La Semana Santa es tradicionalmente un periodo de vacaciones para los mexicanos.  Las escuelas suspenden las clases toda la semana y las empresas y las entidades gubernamentales cierran por lo menos el jueves y el viernes.  Los que pueden se van a las playas o al extranjero para disfrutar unos días de asueto y entretenimiento. Para los que no tienen recursos, ahora en la Ciudad de México, se cuenta con “playas artificiales” en algunos balnearios populares.
Pero en adición al descanso y la diversión, la Semana Santa también es una época de oración y reflexión.  En Iztapalapa se lleva a cabo una magna representación de la vida y pasión de Cristo y en muchas otras ciudades del país y del mundo se llevan a cabo celebraciones religiosas con gran devoción de sus participantes.
Es conveniente utilizar estos días para reflexionar sobre lo bueno y lo malo que nos sucede en nuestras vidas. Para ello es importante considerar la gratitud y el perdón. La gratitud nos permite recordar con mucho agrado todas las acciones del pasado que nos han hecho sentirnos felices.  Recordar y agradecer a las personas sus actos en beneficio nuestro es un ejercicio que nos reconforta y nos puede llenar de vigor para enfrentar el futuro.
También es importante el perdón. Cuando perdonamos, logramos que los actos pasados que nos preocupan y nos molestan, tengan menor impacto y puedan llegar a ser transformados en algo útil.  Dice el dicho: “no hay mal que por bien no venga”. El perdón implica ser objetivo al analizar nuestro problema, tratar de comprender al agresor, otorgarle el perdón y aferrarse a él, a pesar de todo lo que pase.
La gratitud nos permite revivir los momentos felices y el perdón logra minimizar las transgresiones de los demás.
¿Cuáles son tus reflexiones de Semana Santa? ¿De qué debes tener gratitud? ¿A quién le puedes otorgar tu perdón?