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domingo, 9 de octubre de 2011

Francia y Alemania actuando ante la crisis mundial, dando la cara por Europa

Los líderes de Alemania y Francia prometieron el domingo revelar un nuevo paquete de medidas para resolver la crisis de deuda de la zona euro para fin de mes, pero no ofrecieron detalles y documentaron diferencias sobre cómo ayudar a los bancos europeos.

La canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Nicolas Sarkozy dijeron después de reuniones en Berlín que su objetivo era alcanzar una respuesta sostenible para los problemas de Grecia.
Además, acordaron cómo recapitalizar a los bancos y presentaron un plan para acelerar la coordinación financiera en la Eurozona a tiempo para la cumbre del G20 el 3 y 4 de noviembre en Cannes.
"Somos muy conscientes de que Francia y Alemania tienen una responsabilidad particular para estabilizar el euro", declaró Sarkozy en una conferencia de prensa
.

"Necesitamos dar una respuesta que sea sostenible y abarcadora. Decidimos brindar esta respuesta para fin de mes porque Europa debe resolver sus problemas para la cumbre del G20 en Cannes", agregó.
Sarkozy será anfitrión de la cumbre de Cannes y allí mostraría un gran éxito que impulsaría sus posibilidades de ser reelecto como presidente el año próximo.

Pero incluso si los dos líderes acuerdan un modo de seguir adelante, la experiencia de los últimos dos años ha mostrado que podrían tener dificultades para contar con el apoyo de los otros 15 países de la Eurozona.
Pese a la presión de los periodistas, ambos líderes se negaron a discutir detalles de su plan.
Los dos pesos pesados de la Eurozona quedaron bajo presión mundial para resolver una crisis que está perjudicando a los mercados.

El jueves, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, instó a Europa a "actuar rápido" y definió a la actual crisis del bloque como el mayor obstáculo para la recuperación de su país.
El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, dijo a la revista alemana Wirtschaftswoche que había una "total falta" de visión en Europa y que Alemania debía mostrar mayor liderazgo.

La crisis del banco Dexia, el primero en caer por la crisis de deuda de dos años de la zona euro, agregó urgencia a las conversaciones.
Los gobiernos de Francia, Bélgica y Luxemburgo acordaron el domingo un paquete de rescate para Dexia antes de la reunión en Berlín.

Otra área de disputa es cómo utilizar un nuevo fondo de estabilidad financiera para comprar la deuda soberana, un asunto que pasaría a ser crucial si Grecia no logra asegurarse su última parte de ayuda financiera. Está previsto que Atenas se quede sin dinero a mediados de noviembre.
El titular de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, dijo el fin de semana al diario alemán Bild que un default griego tendría consecuencias impredecibles y podría esparcir la crisis.
"Este es un territorio nuevo para nosotros y estamos discutiendo soluciones que realmente no han sido probadas antes", afirmó.

En tanto, Merkel señaló que Francia y Alemania estaban trabajando para mejorar la coordinación económica en la región e indicó que sus propuestas necesitarían cambios en el Tratado de Lisboa.
De todos modos, Sarkozy dejó claro que Europa necesitaba "tomar decisiones ahora" en lugar de anunciar nuevos planes a largo plazo que llevaría tiempo implementar. Modificar el tratado tomaría varios años.
"Abarcadoras, sostenibles y rápidas respuestas antes de fin de mes. Ese es el resultado de la reunión franco-alemana", remarcó el mandatario galo