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domingo, 12 de febrero de 2012

¿Debo estudiar una Maestría en Administración de Negocios MBA para dirigir una PYME?

Las principales razones para estudiar un MBA son mejorar profesionalmente y aumentar el salario. Ninguna de las dos parece razón suficiente para motivar a un pequeño y mediano empresario ¿Ocurre lo mismo con los conocimientos que ofrecen?

Las escuelas de negocios venden los programas MBA como una necesidad para ascender en el escalafón empresarial y por eso muchos de sus estudiantes son profesionales que desean dar el siguiente paso en su carrera profesional o hacerse un hueco en el ámbito de la gestión. A priori parece complicado que esta ?publicidad? pueda convencer a muchos pequeños y medianos empresarios, y tampoco parece que la posibilidad de incrementar el salario sea un argumento de peso para este colectivo. Lo que en realidad puede seducir a un emprendedor o gestor de pyme es la posibilidad de aprender una serie de conocimientos que servirán para proyectar su negocio a un nivel superior. ¿Podrá encontrarlo en las aulas de una escuelas de negocios?



Una de las críticas más habituales de las empresas hacia las escuelas de negocios es que produce graduados muy preparados en el apartado teórico pero con no tantos recursos prácticos, justo lo contrario de lo que necesita una PYME, donde la experiencia sí es un grado. En este tipo de empresas la capacidad de reacción es clave. Ha teoría, sin embargo, no siempre se puede aplicar con éxito en la vida real.

Pocos de los casos de empresa y soluciones que ofrecen los MBA están pensados para las PYMEs. De hecho, estos programas están más enfocados hacia la gran empresa, preferentemente multinacionales, donde el análisis y conocimientos globales tienen más relevancia y donde se pueden aplicar un mayor número de estrategias.

En realidad, lo que ocurre es que los MBA están pensados enseñar a gestionar grandes corporaciones y no organizaciones de reducido tamaño. Y es que la mayoría de herramientas que ofrecen estos programas tienen poco sentido al aplicarse al ámbito de las PYME porque sus modelos organizativos son diferentes. Es decir, de poco sirve tener los conocimientos para manejar un camión cuando debemos conducir un Smart y lo que generalmente se aprende a conducir en las escuelas de negocios es más bien un trailer de varios módulos. En definitiva, lo que ocurre es que el pequeño y mediano empresario se encuentra con los conocimientos teóricos sobre cómo operar pero con un medio que no es el adecuado.

El problema reside en que las escuelas de negocio no siempre preparan adecuadamente a sus graduados, ya que estos aprenden a ser buenos gerentes pero no necesariamente buenos empresarios. Del mismo modo, se pueden aprender diferentes modelos de organización generalmente claros y precisos pero no a interpretar lo que sucede y por qué. Algo parecido puede decirse de los canales de comunicación y otros recursos habituales en las multinacionales pero casi de ?ciencia ficción? para las PYMEs por no hablar de temas relacionados con la visión, misión y valores de la empresa u otros apartados como la imagen corporativa.

En este sentido, para una gran empresa puede ser muy importante contar con un sistema ERP y un CRM pero ¿realmente tienen sentido estas herramientas para una PYME? Seguramente no tanto. Para empezar no es necesario gestionar una plantilla tan grande y ni se cuenta con los recursos mínimos como para que sean rentable. A esto hay que añadir un factor fundamental: la falta de tiempo. Muchas PYMEs se centran en el día a día y no pueden ni tienen necesidad de dedicar buena parte del tiempo a diseñar su estrategia de futuro, como se hace en la gran empresa. Los modelos de negocio son tan diferentes que se antoja un despropósito pagar los 50.000 ó 100.000 euros que viene a costar un MBA en los centros más prestigiosos.

Esto no quiere decir que los pequeños y medianos empresarios y otros emprendedores deban olvidarse de los MBA. Algunas escuelas cuentan con programas específicos para este público en tanto que otras están especializadas en emprendedores y ambas pueden ser una buena opción para quienes desean crear una empresa.