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jueves, 27 de diciembre de 2012

El Fin del Mundo de fenomeno natural a fenomeno comercial

"¿Qué harías si sólo tuvieras un día para vivir?" Esa pregunta se convirtió en uno de los mantras inspiradores de los publicistas, quienes tienen como objetivo generar interés en los consumidores a través de anuncios y promocionales.

"Coyunturas como las profecías mayas del fin del mundo siempre figuran como oportunidades para hacer publicidad emocional: un viaje, una propuesta matrimonial, las posibilidades de ver ofertas en este tipo de productos o servicios aumentan porque se apela a los sentimientos de consumidor, que están influenciados por el temor a que sea cierto el Apocalipsis", explica Lorena González, directora de mercadotecnia de la agencia digital Loikke.

En Estados Unidos, las escuelas pusieron en marcha protocolos informativos sobre las probabilidades de que el mundo efectivamente se acabe este 21 de diciembre. Las compras de pánico se dispararon e incluso la NASA tuvo que publicar una sección de preguntas frecuentes aclarando que el temor era infundado.

Una encuesta de la empresa francesa Ipsos, arroja que dos de cada 10 chinos, 12 de cada 100 estadounidenses, 13 de cada 100 mexicanos, 12 de cada 100 argentinos y uno de cada 10 españoles creían verdaderamente que el mundo se acabaría hoy.

Así, este temor, se convierte en una oportunidad de ventas. En China, por ejemplo, un empresario de 32 años contabilizó varios pedidos de una esfera flotante que fungiría como ‘Arca de Noé' con un valor cinco millones de yuanes cada una, algo así como 10 millones de pesos.

En Rusia, un sitio web se dedicó por varios días a la venta de pases de lujo al Búnker 42, una especie de refugio antibombas construido en el centro de Moscú durante la guerra fría.

¿Del temor a la tristeza?

El problema no será que la profecía quede en una anécdota, el problema será que una vez que todos rían por la supervivencia vendrá el momento de asumir las consecuencias de los excesos, advierte Lorena González.

"Las ventas del fin del mundo agudizarán el nivel de gasto, diciembre es siempre un mes pico para las ventas, pero si tomas en cuenta que en México se generó un ciclo que empezó con el Buen Fin, luego el fin del mundo, Navidad y después los Reyes Magos, tendrás un enero que sembrará temor por los bajos niveles de consumo, la gente estará en una verdadera cuesta durante enero", añade.

No todo son malas noticias; para México el fin del mundo implicará un ‘empujoncito' económico, pues la Secretaría de Turismo estima que los estados con vestigios de la civilización maya (Campeche, Chiapas, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán) cerrarán el año con un total de más de 52 millones de visitantes, con una derrama económica que superará los 200,000 millones de pesos.