miércoles, 2 de noviembre de 2011

Los Proverbios del Emprendedor

Proverbios Emprendedor

Proverbios del Emprendedor: La idea
■Presta atención a la idea que no te deja en paz. Esto está tomado del libro Growing a Business de Paul Hawken. A veces una idea te atrapa y descubres que no puedes dejarla. ¡Préstale atención! Empieza directamente a trabajar en ello. ¿No puedes conseguir hacer nada con ella? Sigue. ¿Te descubres levantándote de la cama para escribir nuevas ideas sobre algo? Esa es una buena opción.
■Si ocultas tus secretos al mercado, el mercado te ocultará sus secretos. Los emprendedores demasiado a menudo se preocupan de mantener sus brillantes secretos a buen recaudo; deberíamos preocuparnos mucho más por lanzar sorpresas en un mercado poco interesado (¿alguien recuerda el Segway?). Por citar a Howard Aiken: “No te preocupes por que la gente te robe una idea. Si es original, tendrás que embutírsela en sus gargantas.”



■Un sí inmediato es un no inmediato. ¿Todo el mundo te dice inmediatamente que tu idea es genial? Aléjate rápido de ella. Si la idea es tan obvia, el mercado estará lleno de competidores, y te encontrarás peleando con ellos. Un buen test: cuando el New York Times Magazine saca su número anual “El año en ideas“, está tu idea allí? Entonces no lo hagas. Ya es demasiado tarde.
■Construye lo que sabes. Este es el consejo más básico sobre generación de ideas: ráscate algo que te pique a tí. Para hacer una gran compañía, detente y asegúrate de que tu necesidad es ampliamente sentida, y que tu solución es ampliamente aplicable. Recuerda, no todo el mundo pasa su vida delante de un ordenador.
■Da a la gente lo que necesita, no lo que dice que necesita. Las entrevistas son engañosas. La gente jurará por lo más sagrado que compraría el producto que describes si estuviera disponible, y después no lo hacen cuando está. Igualmente, al hablar una idea puede sonar terrible, pero al realizarla la idea puede convertirse en un producto irresistible. Tienes que investigar la verdad sobre el interés que la gente expresa, y las preguntas “sí/no” son normalmente menos útiles que las preguntas “cuánto” o “qué tal”.
■Tus ideas se harán mejores cuanto más sepas sobre tu negocio. Los ingenieros odian oír esto, pero puedes generalizar incluso más allá: ¡cuanto más sepas sobre todo, mejores serán todas tus ideas! Si quieres empezar un negocio y tu fuerza es el desarrollo, aprender sobre precios, ventas, marketing, finanzas y sí, incluso RRHH, todo eso hará tus ideas sobre el producto más fuertes y mejores.

Proverbios del emprendedor: la gente
■Dos son compañía; tres son multitud. Tener demasiados cofundadores hace que las decisiones se hagan difíciles de tomar; si vas por libre, tienes que soportar todo el estrés y las preocupaciones sobre el éxito de la empresa. En mi opinión, tres personas pueden hacerlo bien juntos, pero tener dos fundadores es lo mejor.
■Trabaja solo con gente que te guste y en la que creas. Una vez oí a Eric Schmidt decir algo así como que “cuanto más viejo me hago, más pienso que todo lo que importa es trabajar con gente que te gusta.” Si eres listo y con talento, probablemente te va a gustar mucha gente lista y con talento. Trabajar con gente que te gusta es mucho más divertido, y a menudo más productivo, que luchar contra alguien que puede ser listo y con talento pero no encaja contigo.
■Trabaja con gente a la que le gustes y crea en ti, naturalmente. Tal vez seas muy persuasivo, y puedes convencer a la gente de que trabaje contigo contra su instinto. Especialmente con los cofundadores y los primeros empleados, no lo fuerces. Encuentra a la gente que quiera por naturaleza trabajar contigo, y colócalos en los papeles en los que los necesites. Te divertirás más y conseguirás que se haga más.
■Las grandes cosas las hace gente que comparte una pasión, no aquellos a los que se les ha convencido. Un corolario del anterior: puedes encender la chispa de la pasión en alguien, pero no puedes hacerlo sin algún combustible que prenda. Mejor esperar, y encontrar a la persona que ya esté dispuesta a creer en tu causa. Puedes convencer a alguien para cofundar una empresa contigo, pero ¿permanecerán en ella durante los altibajos si tuvieron que ser convencidos con esfuerzo?

Proverbios del Emprendedor: el producto
■Las buenas ideas son inútiles sin grandes necesidades. Este es el error clásico de los emprendedores ingenieros (o al menos me gusta pensarlo, porque yo lo cometí). A los técnicos les encanta la tecnología, y una nueva tecnología puede generar un montón de empresas que en realidad no satisfacen una necesidad. Mejor empezar por la necesidad, y después ver cómo lo que sabes puede producir una respuesta mejor a esa necesidad. (Los de marketing tienden al problema contrario: necesidades reales y urgentes con soluciones completamente inoperantes).
■Construye la cosa más simple que puedas. Para los ingenieros esto es lo más difícil, no sobrediseñar para la necesidad a la que se dirigen. Haz el producto más simple posible que suponga un impacto significativo en esa necesidad, y te resultará mejor que resolver dos o tres necesidades de una vez. La simplicidad conduce a la claridad en todo lo que haces.
■Resuelve problemas, no problemas potenciales. Puedes desperdiciar un montón de dinero implementando soluciones para problemas que todavía no tienes, y puede que nunca tengas. Trabaja en los problemas más grandes y más urgentes de hoy, y deja de lado todo lo demás.
■Prueba todo con gente real. Es increíble lo útil que es esto. Busca a vecinos, gente real que usa ordenadores porque tienen que hacerlo y no porque les encanten. Búscalos en el Starbucks, en la biblioteca, o en el aula de informática de la universidad. Dales 20 dólares por veinte minutos, y ganarás el ciento por uno.

Proverbios del Emprendedor: El Dinero
Con este post terminamos con la serie de Proverbios del Emprendedor. Como habréis visto, no todos son aplicables en todos los casos, pero al menos sí deberían hacer reflexionar.
En esta última entrega, el dinero:
■Empieza con nada, y ten nada tanto tiempo como puedas. Los presupuestos pequeños proporcionan un amplitud de foco (probablemente otra frase que estoy copiando de Jason Fried: suena como algo que él haya dicho…).No salgas a levantar un montón de dinero directamente. Mejor, date a ti mismo lo justo para empezar, y usa los límites que eso impone para motivarte.
■Los mejores mensajes para los inversores son directos y entretenido (no en ese orden). Piensa en lo que esto implica. Un mensaje directo es la superficie de un negocio muy sólido. Si tienes que mentir o trampear para que los inversores se interesen, ¿por qué? Si diriges un buen negocio, no es nada difícil engatusar a los inversores. Cuanto peor sea tu negocio, mayor (y más odiosa) es la tarea de buscar financiación. El entretenimiento implica una persona con la que sea divertido trabajar, y a los CRs les gusta trabajar con gente que les caiga bien tanto como al resto de nosotros. Si tu no llevas la diversión, lleva a la persona que lleve la diversión.
■Nunca digas nada que quieras mantener secreto. Decirle a un inversor “no quiero hablar de eso” es terrible. Es lo contrario de ser directo. Es bueno ser consciente, sin embargo, que algunos inversores potenciales te escucharán y después compartirán tu información con tus competidores directos, y no siempre porque hayan invertido en esos competidores. Sabiendo eso, tienes que mantener algunos secretos. Pero sé tan diplomático con esto como puedas. Responde a la idea que hay detrás de la pregunta, sin revelar nada más que aquéllo con lo que te sientas cómodo discutiendo. Aprende a dirigir la conversación como tú quieres que vaya. Y después entrega más información según vayas estando más a gusto con el inversor en potencia.
■No quiere decir quizá y sí quiere decir quizá. Nunca debes asumir un “no” de alguien con quien quieras trabajar. Acepta el no, pide razones, y después sigue enviando información actualizada sobre lo bien que te va en el mercado. En una compañía, tres de los cinco contratos que conseguí fueron de firmas de CR que me dijeron “no” al principio. Por el contrario, sin embargo, el único dinero en el banco es el dinero real que de verdad está en el banco. Todo lo demás es simplemente una posibilidad, y tienes que tratarla como tal. No pares la búsqueda de capital hasta que tengas un compromiso firme para los fondo que necesitas, y no aceptes promesas a medias como “te financiaremos si entra otra firma”. Sigue en ello hasta que la transferencia esté hecha.
■Para los inversores, el producto no es nada. La presentación clásica de los ingenieros para los CR tiene diez transparencias sobre el producto y dos sobre los logros académicos de los fundadores. Esa es una presentación pésima. Una transperencia debería ser sobre el producto, mientras que el resto cubre el mercado, los competidores, las finanzas, la historia de financiación y la experiencia relevante del equipo. El producto importa mucho menos a la mayoría de los inversores que las reacciones de los clientes, las propiedades del mercado y la credibilidad del equipo. Obsesiónate con el producto en tu propio tiempo; presenta tu negocio con todas sus partes.
■La mejor manera de conseguir financiación es no necesitarla. Si tienes un negocio en marcha con clientes auténticos y pagas todas tus facturas, es mucho más probable que consigas una ronda de financiación que si necesitas esa ronda para sobrevivir o tener éxito. El discurso que dice “podríamos acelerar nuestro crecimiento con más dinero” es mucho más motivador que “necesito tu dinero o nuestras puertas se cerra
rán”.