miércoles, 12 de septiembre de 2012
México peores numeros de Empleo y Desempleo
México tiene el reto de generar empleos para más de 1 millón de personas, principalmente de la población joven, refieren datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social. El escenario, sin embargo, no es del todo positivo para las autoridades, pues el sexenio de Felipe Calderón cerrará con un déficit de más de 2 millones y medio de empleos, advirtió el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, José Luis de la Cruz.
Aunque los empresarios pronosticaron para este año la creación de más fuentes de trabajo -según el reporte Economía Global 2012 de la consultora internacional Grant Thornton-, México enfrenta una etapa en que los programas de empleo público no resuelven el problema de precarización del mercado, señala el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
"El sexenio (de Calderón) tiene un resultado poco alentador; el empleo que se crea es de baja calidad. Se necesita el famoso millón de trabajos cada año, pero se ha quedado corto por más de medio millón anualmente. Las condiciones laborales, en general, son malas, por ejemplo muchos empleadores ya no hacen contrato escrito", explica De la Cruz.
Cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que en 2011 se abrieron 591,000 puestos de trabajos formales, con derecho a prestaciones laborales, pero eso no implica un salario digno. Hay ocupación, pero en el mercado laboral viene cierta tendencia a entrar a niveles de pobreza.
El académico del Tec afirma que el empleo ya no es suficiente como salvaguarda del entorno económico, ni para generar niveles de bienestar mayor, "hoy se tiene que trabajar cuatro días para tener un salario con el valor de lo que era el sueldo en los años 70".
En los últimos 10 años, en términos de salario mínimo "se ha caído en un hoyo y no existe una recuperación", menciona De la Cruz, quien calcula que el poder adquisitivo se ha reducido más del 20% en los últimos cinco años. Cuando se comparan los ingresos con los costos de la canasta básica, dice, se observa que los bienes han incrementado su precio en mayor proporción a lo percibido en términos de sueldo.
"Los salarios están retrocediendo porque se aplican como parte de las medidas para controlar la inflación, y deberían ser una variable que genere bienestar. Al desvirtuarse su objetivo se pierde alcance". Utilizar el ingreso para esos fines, expresa José Luis de la Cruz, es una medida que se tomó desde los años 80, y cobró fuerza durante los 90, desde entonces, afirma: "No hay alternativa de estrategias económicas más productivas".
El también autor del informe "Una agenda mínima para México" propone contar con políticas que promuevan el aumento salarial, vinculadas a incrementar la productividad de las empresas.
De la Cruz explica que en el país este tipo de cuestionamientos "no se están labordando". Opina que actualmente las medidas apuntan a que el trabajador sea quien incremente la generación de riqueza. Sin embargo "no existe un compromiso de las empresas por hacer una mayor y mejor transferencia (de sus recursos)".
La CEESP advierte que es importante crear un ambiente en el que las organizaciones se sientan atraídas para canalizar más recursos. El compromiso, menciona el académico, empieza por el Gobierno. "Las empresas podrían distribuir más si estuvieran en una posición fiscal mejor, si se les cobrara impuestos de una forma más simple".
Para cambiar la precariedad laboral, De la Cruz menciona que el gobierno necesita más austeridad, requerir de menos recursos del sistema económico. "Si no lo hace será muy complicado que la economía avance". Esta medida es indispensable, apunta, pero lo que prevalece entre las autoridades es una falta de capacidad para resolver los problemas, se carece de planeación y de convenios entre el sector privado, público y universidades.
"Hace falta liderazgo y voluntad, eso no se ha dado, es un problema que sigue creciendo y hay que solucionarlo porque se necesitan oportunidades de desarrollo, sistemas de becas, entre otras acciones", expresa José Luis de la Cruz.
De acuerdo con el documento "Una agenda mínima para México", la juventud desocupada representa un problema latente. Alrededor de 7.8 millones de personas entre 12 y 25 años no estudian ni trabajan y pertenecen al denominado grupo de "ninis". Además, entre 2010 y 2012 alrededor de 2.5 millones de personas caerán en condiciones de pobreza debido a lo mal remunerado de los empleos y las condiciones económicas del país, subraya De la Cruz.