martes, 11 de septiembre de 2012
Usando estudiantes Chinos para acabar el IPHONE 5
El fabricante chino de muchos productos de Apple ha negado acusaciones de que obliga a estudiantes a trabajar en sus líneas de ensamblaje en un intento de último minuto por tener listo el iPhone 5, que se espera sea presentado este miércoles.
“Foxconn ha tenido por mucho tiempo un programa de prácticas a corto plazo que se realiza en cooperación con varias escuelas vocacionales en China”, afirmó la compañía. El programa tiene una duración de entre uno y seis meses, y los estudiantes están en edad legal para trabajar, agregó la compañía.
El comunicado de Foxconn es en respuesta a acusaciones de un grupo de derechos laborales chino, que afirmó que muchos estudiantes no recibieron otra opción de sus escuelas más que trabajar en las líneas de ensamblaje.
El grupo entrevistó a estudiantes de una escuela vocacional a quienes se les pidió realizar prácticas en la planta de Foxconn en Zhengshou inclusive antes de que los estudiantes comenzaran su primer año de clases, dijo Chan.
Las acusaciones ocurren luego de que la semana pasada el diario estatal China Daily afirmó que escuelas vocacionales en Huai'an, en la provincia de Jiangsu, estaban haciendo trabajar a estudiantes para que construyeran líneas de datos USB para el nuevo iPhone 5.
Estudiantes en educación, inglés, ciencia de los alimentos y finanzas están entre a quienes se les pidió tomar las prácticas pagadas. “No creo que mejoraremos nuestras habilidades a través de esas “prácticas” que la escuela requiere, dijo un estudiante a China Daily.
Apple realizará este miércoles un evento en el que se espera que presente su nuevo iPhone 5.
Foxconn es parte de la compañía Hon Hai Precision Industry, con sede en Taiwán, uno de los proveedores de componentes para la industria electrónica más grande del mundo. La mayoría de la división de manufactura está en China, donde se ensamblan productos incluyendo el iPhone, la iPad, el Kindle de Amazon, y el Xbox de Microsoft.
Foxconn se convirtió en el centro de atención en 2010 después de una serie de suicidios entre sus trabajadores. Esto llevó al presidente Terry Gou a pedir una disculpa pública sin precedentes.