La mayoría de los emprendedores que ha reinventado su trayectoria para hacer crecer sus negocios ha partido de una pregunta del tipo: ¿qué quiero transmitir como emprendedor? o ¿Por qué yo no? Si no has encontrado la tuya, nosotros te la hacemos.
La reducción de la actividad en muchos negocios está llevando a mucha gente a buscar un modo de reinventarse. Directivos y emprendedores o empresarios ven que tienen que hacer cambios en los negocios, enfocarlos de otra forma, explorar nuevos campos... "El reto, en estos casos, es saber cómo abordar todos estos cambios que se están produciendo a nivel empresarial”. La frase es de Carme Castro, coach y socia de la consultora Kainova, que está ayudando a muchos emprendedores a sacar lo mejor de sí mismos y de sus negocios.
A partir de esta realidad, nosotros nos hemos preguntado cuál es el proceso ideal para reinventar un negocio. ¿Hacemos una radiografía a nuestro negocio, vemos por dónde puede crecer y mejoramos las capacidades que nos hagan falta para iniciar esa nueva etapa empresarial? ¿O el proceso es justo al contrario?
Por ejemplo, si vamos a internacionalizar, igual necesitamos mejorar nuestra capacidad para negociar en otros mercados; si queremos introducir procesos innovadores en nuestra empresa, podríamos necesitar mejorar nuestro perfil técnico y, al revés, si pecamos de técnicos, igual necesitamos pasar por cursos de formación para mejorar los conocimientos de empresa o de marketing.
Si hacemos el proceso inverso, pensaríamos en las fortalezas que tenemos y las intentaríamos aplicar a nuestro negocio. Por ejemplo, un abogado friki de las tecnologías, en el mejor sentido de la palabra, puede utilizar todo lo que ha aprendido trasteando por Internet para especializarse en derecho tecnológico. Un nicho emergente, con poca competencia y que no se aprende en ninguna escuela de negocios ni en la facultad.
Para Fernando Botella, CEO de Think&Action, “en el camino hacia la reinvención, las dos posibilidades son válidas. Pero con resultados diferentes. Si el cambio surge como consecuencia de la necesidad de adaptar el proyecto a las capacidades del empresario y de su equipo, se corre un pequeño riesgo: que ese cambio no responda a lo que el mercado demanda. No olvidemos que quienes garantizan el éxito y la supervivencia de la compañía son los clientes”. En definitiva, reinventarse echando mano de lo que tenemos, pero sin olvidar quiénes somos y a quién nos dirigimos. Y por encima de todo, recordar que “reinventar el negocio requiere estar atento a lo nuevo que se está demandando en el mercado”, advierte Botella. El objetivo final no es salir a salto de mata de la crisis (para eso bastaría con bajar precios, hacer ofertas, etc. para impulsar las ventas). Hablamos de cambios que buscan oportunidad aquí y ahora. Y continuidad a largo plazo.
Eliminar barreras
Uno de los principales escollos que te puedes encontrar en tu camino son tus propias barreras mentales. “Los emprendedores, en general, son demasiado individualistas. Les falta capacidad paraaceptar las aportaciones de su equipo y eso puede frenar su proceso de reinvención. Otra barrera importante la encuentro sobre todo en los emprendedores que están en mercados maduros y muy estáticos, que les resulta más complicado romper la monotonía, el concepto de hasta ahora lo hemos hecho así “, explica Carme Castro. Para romper estas barreras, esta coach recomienda “hacer un cambio de pensamiento en la forma de enfocar los temas, intentar hacer cosas que no conozcan y que no hayan hecho nunca o rodearse de personas creativas”.
Para que te hagas una idea más exacta de qué estamos hablando, 15 emprendedores nos cuentan cómo han pasado ellos de la teoría a la práctica de sus empresas. En general, y debido al momento de crisis actual, la mayoría han optado por diversificar sus negocios o se han internacionalizado para aumentar ventas. Pero también hay casos de empresas que se han hiperespecializado renunciando a parte de su cartera en un momento de caída de ventas, porque se dieron cuenta de que eso les ayudaba a destacar en el mercado, y les ha ido bien.
Otros han aplicado conceptos o incluso tecnología propios de otros sectores a mercados muy poco dados a innovar, como la administración de fincas o la podología. Y también hay valientes que han dejado su trabajo en plena crisis para emprender un negocio porque justo ahora les había llegado la oportunidad. Todos son personas que no se conformaron con lo que tenían y dieron un paso adelante.
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