domingo, 27 de marzo de 2011

Emprender, emprendimiento, empresario

Economista Gloria Ayala Person
Las oportunidades surgen desde la educación, pues una persona que reciba adecuada capacitación desde niño, será un adulto a quien se le presentarán mejores oportunidades laborales en su vida adulta. Dependerá de él aprovechar esas oportunidades.

Según cifras publicadas por el CIRD, en Paraguay 815.000 jóvenes entre 18 a 25 años están desempleados y 100.000 jóvenes de 18 años se suman cada año a ésta fuerza laboral que no encuentra cabida en la generación de oportunidades.

A riesgo de ser malinterpretada o decir algo "políticamente incorrecto" me atreveré a dar mi criterio sobre algunas situaciones que se vuelven urgentes de ser analizadas en el debate público nacional.
Somos geniales y que nadie diga lo contrario
En primer lugar, los paraguayos somos gente trabajadora que sabe cumplir las normas. No somos cachafaces ni kaigües, esto está comprobado por la cantidad de trabajadores paraguayos que diariamente en forma digna aportan a la creación de riqueza con su esfuerzo.
Los empresarios paraguayos son honrados, trabajadores y aman a su país. Cometemos comúnmente la desfachatez de generalizar y metemos a todos en la misma bolsa, entonces si confundimos y en esa bolsa colocamos a empresarios con contrabandistas, obviamente nos saldrá una medida bastante desvirtuada. Entonces, tenemos que empezar a juzgar con mayor justicia y reconocer a quienes aportan fuentes de empleos, pagan impuestos y apoyan al crecimiento de la comunidad en la que trabajan. Los empresarios son los emprendedores, quienes arriesgan su capital, tiempo y esfuerzo para generar riqueza, es esa generación de riqueza la que diferencia a un país pobre de un país rico.
En el Paraguay nos faltan buenos técnicos, mandos medios para industrias y empresas en general. Con cada empresario que uno conversa, se refuerza la necesidad común de conseguir gente capacitada, pero no se refieren al título universitario, sino en general a personas diestras en oficios. No solo es importante la práctica aprendida del oficio acompañando a su padre (por ejemplo), sino es fundamental la mejora continua que solo se consigue en base a estudio y capacitación para ser profesionales en plomería, carpintería, tornería, electricidad, mecánica y otros oficios técnicos.
Entonces, los jóvenes en lugar de concentrarse en "buscar empleo" deberían orientarse a "buscar oportunidades", sean imaginativos y creativos, estudien que productos o que servicios se pueden crear. Con la utilización de Internet, ¿cuántas oportunidades uno podría encontrar?.
¿Qué me gusta? y ¿cómo lo hago?
Todos tenemos sueños, algunos afortunados tanto saben lo que les apasiona que está a flor de piel la decisión, y otros deberán buscar un poco más dentro de sí mismos para recordar lo que les mueve y les hace felices. Esa pasión por lo que hacemos, hace que el trabajo sea un placer y nos dé beneficios no solo económicos sino la satisfacción de ser felices haciendo lo que nos gusta hacer. Para algunos será la mecánica, para otros la química, para aquellos la arquitectura y para mí las finanzas.
Pero independiente a lo que nos gusta hacer, tenemos que descubrir sinceramente, si además somos hábiles haciendo eso que nos encanta. Me fascina cantar, pero por respeto a la humanidad solo lo hago en la ducha, nadie me pagaría para que lo hiciera (de hecho, sé de algunos que pagarían para que no lo hiciera). El reconocer en que somos hábiles es fundamental para poder definir a que nos vamos a dedicar en la vida laboral.
Entonces, primero tenemos que identificar lo que nos gusta hacer y luego asegurarnos de tener la habilidad para hacer eso que nos gusta, mejor que otros. Esa habilidad destacada ante los demás, es la que nos deja un margen de ganancia, por eso que hacemos superlativamente bien, es que vamos a recibir dinero. Así, aunque te guste el futbol y lo juegues bien, no vas a convertirte en futbolista profesional (recibir dinero por jugar al futbol) a menos que seas superlativamente mejor que los demás jugando al futbol.
Si reconocemos en que tenemos habilidad, podremos estudiar durante horas lo que nos apasiona, y si lo hacemos estaremos mejor capacitados que el resto y por lo tanto seremos extraordinariamente buenos en lo que nos gusta hacer.
Podríamos empezar a reconocer que ser empresario (emprendedor) es bueno pues genera riqueza para sí y para los demás, que como paraguayos somos capaces de hacer las cosas en forma excelente, tenemos que identificar que habilidad extraordinaria tenemos y allí estaremos en condiciones de definir a que nos queremos dedicar el resto de nuestra vida laboral y capacitarnos para eso adecuadamente.
Pero... tengo muchos peros!
Dejemos de perder el tiempo encontrando motivos para no salir adelante. Hermanos extranjeros han llegado a estas tierras sin nada más que la ropa puesta y han salido adelante, debiendo aprender hasta el idioma para hacerlo. Entonces, ¿es que ellos han tenido suerte?, ¿es que a ellos alguien les ha ayudado?, ¿es que acaso son más inteligentes?, no señores, dejemos de inventar excusas, la realidad es que nosotros somos dueños del Paraguay y tenemos que empezar a construirlo entre todos y para hacerlo, debemos empezar por casa.
Cuando digo "por casa" me refiero a cada uno de nosotros, si busco empleo me encontraré con otros 850 mil jóvenes, igual o incluso mejor capacitados que yo, buscando lo mismo y sabemos que solo se generan unos 80 mil empleos al año. Entonces, tengo que aprender a buscar y encontrar oportunidades para generar mis propios ingresos.
Antes el que tenía tierras era millonario, luego la tierra por sí sola ya no fue suficiente y se requirió de capital, pero hoy día es el conocimiento el capital que se necesita. Sin tierra y sin dinero, el que tiene conocimiento y pasión puede hacerse millonario. Fíjense en Bill Gates, o simplemente en casos muchos más cercanos, de gente que con su habilidad ha sabido salir adelante y hoy se han convertido en exitosos y admirados empresarios que incluso genera empleo para centenares de personas, conocerán a "El Heladero", verdad?.
Entonces, una posibilidad importante es la de emprender tu propia empresa, todos tenemos miedo de empezar cosas nuevas y más aún por nuestra cuenta, pero la posibilidad de éxito si te organizas adecuada y formalmente es real.
Emprendiendo... ¿hacia dónde?
Ser emprendedor implica tomar la iniciativa de convertir un sueño en idea, una idea en proyecto y un proyecto en realidad. Entre el dicho y hecho hay mucho trecho, solía sentenciar mi madre cuando me escuchaba soñar en voz alta. No hay mayor verdad, pero por otro lado, no existe realidad que no se haya forjado en un sueño.
Esa idea plasmada en una proyección objetiva de ingresos y egresos que demandará hacerla realidad, es a lo que llamamos proyecto. Una vez que podamos identificar claramente que capital necesitamos para implementar el proyecto y los riesgos relacionados al negocio que emprendemos, tendremos la posibilidad de hacerla realidad.
No deberíamos de poner capital propio (y mucho menos ajeno) sin tener muy en claro los puntos arriba detallados, lo que nos significará un tiempo de análisis del mercado (entorno) y de las posibilidades de éxito, así como de las amenazas de fracasos. Pero acaso, ¿algo que vale la pena en la vida se puede obtener sin riesgos?, por lo menos mi experiencia de vida me ha enseñado que lo que en realidad vale la pena siempre implica riesgos, mucho esfuerzo y trabajo.
Por eso es importante no olvidarnos nunca de lo geniales, capaces, importantes y habilidosos que somos, y por sobre todo, de que tenemos el derecho de decidir sobre que emprender y a que dedicarnos en nuestra vida. No tenes porque quedarte a esperar a que alguien te diga que hacer... anímate a emprender, decídete a tomar otras opciones. El que emprende tiene posibilidades de éxito, recuerda que el único que no se equivoca, es el que no hace nada.
Econ. Gloria Ayala Person

Presidente de Cadiem Casa de Bolsa

gayala@cadiem.com.py