Las entidades en problemas tendrían recursos por hasta 400,000 mde para inyecciones de capital; la medida busca ayudar al sistema bancario ante la crisis en la eurozona.
El Parlamento alemán aprobó este jueves la reactivación del fondo de rescate bancario (SoFFinn), que pone a disposición de los bancos alemanes garantías por 80,000 y 400,000 millones de euros para eventuales inyecciones de capital.
El Gobierno alemán consideró la puesta en marcha de dicho sistema de apoyo al sector bancario nacional como una medida preventiva de cara a la crisis de deuda soberana en la zona del euro.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, subrayó que si bien es probable que no sea necesario que los bancos utilicen ese fondo especial, la administración de la canciller Angela Merkel actúa de forma preventiva.
Schäuble resaltó que la reactivación de SoFFin, que tiene un plazo limitado hasta finales de 2012, es una contribución importante por parte de las autoridades para combatir la inseguridad en la zona del euro.
El funcionario indicó que es necesario que los bancos cuenten con el capital suficiente para evitar ser contagiados, aunque recalcó que las instituciones crediticias deben acudir antes a los mercados privados para intentar obtener el capital necesario.
El fondo de rescate bancario se reabrió luego de que en días anteriores se dieron a conocer los resultados de los llamados "exámenes de estrés" por parte de la Agencia de Vigilancia Bancaria Europea (EBA), que estipuló nuevas cuotas de capital a los bancos.
De acuerdo con dicha información, un total de seis instituciones bancarias alemanas deberán reunir hasta el 30 de junio próximo alrededor de 13,000 millones de euros con el fin de cumplir con la cuota establecida por parte de EBA.
Los bancos respectivos anunciaron que hasta ahora tienen la capacidad de cumplir con dichas cuotas sin necesidad de acudir a la ayuda estatal. Entre ellos destaca el Commerzbank, que deberá reunir un total de 5,300 millones de euros como capital adicional.
Esa institución financiera alemana resultó afectada de forma considerable durante la crisis anterior, por lo que tuvo que ser nacionalizada de forma parcial, al tiempo que recibió 18,000 millones de euros por parte de SoFFin para evitar su quiebra.
El fondo de rescate ofrece a los bancos, además de garantías y liquidez, la posibilidad de depositar en él los llamados "títulos tóxicos" de "Bad Banks" (del inglés: bancos malos).
SoFFin prevé asimismo almacenar bonos estatales tóxicos, lo que representa una oferta adicional de cara a la crisis de deuda soberana en los países del euro, dado que muchos bonos han registrado altas pérdidas de cotización.
La oposición en Alemania criticó por su parte la aprobación del fondo SoFFin por parte de las fracciones parlamentarias de los partidos que forman la coalición de gobierno, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y Partido Liberal (FDP).
Políticos del Partido Socialdemócrata (SPD) subrayaron que la coalición recae en la falta de cobrar la cuenta a los contribuyentes en lugar de que lo exija al sector financiero y subrayaron que tampoco toma en cuenta la alternativa de la nacionalización en casos urgentes.
Voceros de La Izquierda rechazaron por su parte la reintroducción del fondo de rescate y exigieron una mayor regulación de los bancos, por considerar que "hasta ahora no se sacaron conclusiones de la crisis anterior".